ANTROPOLOGÍA AGUSTINIANA
Las dos dimensiones del hombre
Agustín plantea el problema antropológico desde el punto de vista existencial. El existencialismo es un modo particular de concebir la existencia; tal modo es diferente del de la aa. que, efectivamente, es existencial, pero no existencialista, puesto que la existencialidad agustiniana no prescinde de la esencia, sino que, por el contrario, hace de la esencia la esencialidad de la existencia.
El método de la aa. es el de la interioridad, que es trascendencia, porque implica un descender a nosotros para elevarnos Dios. El misterio de la interioridad, luz iluminante, se ilumina con el misterio de Dios, al cual se refiere intrínsecamente. El hombre conquista la evidencia del misterio, que es él mismo en el misterio de Dios; así calma en Dios su interior inquietud y su incesante y esencial interrogar. Hay un proceso de conquista de la verdad, perfeccionamiento moral, purificación, y, en último término, vocación de caridad o de disponibilidad absoluta para Dios.
La ascensión no es sencilla ni fácil: el hombre indigente se ve amenazado por la herencia del pecado original, que aunque respeta su libertad y es negativamente carencia de ser, hace que la prueba de la vida consista en elevaciones y caídas. La libertad es un bien, pero es un bien terrible. El hombre es libre, pero la libertad es un riesgo: es el tremendo poder de llamar verdadero a lo falso y falso a lo verdadero. Sólo la gracia es la liberación de la libertad, el no poder querer sino a Dios, fin último y nuestra suprema bienaventuranza.
En la aa, se nos presenta la lucha de un hombre, dividido interiormente, en busca del descanso en la verdad, realizando el camino de su vida en perpetua tensión. Ese hombre es Agustín, que, al mismo tiempo que nos describe su dialéctica vital, hace una interpretación de ella y proyecta dicha interpretación como principio explicativo de todo el peregrinar de la humanidad. Los problemas humanos que se plantean y resuelven son modulaciones de este tema: Las dos dimensiones del hombre.
Nessun commento:
Posta un commento