mercoledì 28 aprile 2010

Las Dos presencias











LAS DOS PRESENCIAS

Las dos supra-realidades que transcienden al hombre, ontológica e históricamente, son la presencia natural de Dios y la presencia del pecado en el mismo hombre. El hombre está inmerso en ellas, atravesado por ellas, como si ellas formaran parte de su ser, aunque distintas de su ser mismo.

Dios está en mí más interior a mí que mis intimidades y más superior a mí que lo más elevado de mi ser; y el pecado está en mí como ruptura de mi relación con Dios, como una presencia de esta quiebra parcial de mi fundamentación y como un castigo histórico anterior a mí y del que soy solidario por mi naturaleza.

La Presencia de Dios en el Hombre

Todo el agustinismo no es más que un método para llevarnos al descubrimiento de esta suprema realidad. El hombre se siente en todo momento finito y limitado, es decir, relativo, relacionado con algo que no es él, pero con lo que él es. La misma noción de relativo en que se concibe y aprehende a sí mismo y a las cosas está, en última instancia, y previamente, condicionada por la aprehensión, implícita al menos, de lo absoluto. Ese absoluto es lo que llamamos Dios.

A nadie le es dado conocerle íntegramente tal cual es; pero a nadie tampoco le está permitido ignorarle[1]. Dios está presente, pero oculto. Toda la actividad del hombre delata esa presencia y esa latencia.

Hay en el hombre tres presencias de Dios en el orden natural: presencia ontológica o fundamentante, presencia iluminativa y presencia vital. El hombre está incardinado a ellas y viviendo por ellas.

Agustín no se contiene sin formular inmediatamente una conclusión moral: veámosle a Él para mantenernos en la certeza y amémosle a Él para vivir en la rectitud [2].

1.- Presencia ontológica: Hablando de ella Agustín nos declara que más que estar Dios en nosotros debemos decir que somos nosotros los que estamos en Él. Dios no es el contenido, sino más bien, el continente de la existencia. Dios está en sí mismo, y todas las demás cosas existen en Él.

La teoría de la presencia natural de Dios en el hombre no es más que la aplicación particular de la ontología general de las cosas creadas. ¿Cómo se puede entender que Dios sea en sí mismo y al mismo tiempo sea en todas las cosas?: Dios es omnipresente, porque no está ausente de nada de lo que existe; y Dios es en sí mismo, porque no es contenido por aquellas cosas en las que está presente, como si no pudiera existir sin ellas[3].

Por lo que toca al hombre, esta presencia esta recibida igualmente en el ser y en todo lo que específicamente es: presencia en el ser y en le espíritu, en que se halla, en cuanto tal, la imagen de Dios, y por la que se puede descubrir el modelo.

En este punto esencialmente radical hay que apoyar toda la ontología de la existencia humana. Yo no sería en absoluto, yo no sería en modo alguno so no estuviese en TI. EL hombre está inserto integralmente en Dios. Su ser tenemos que definirlo por un ser-en, así como la vida tenemos que definirla por un ser-para.

Esta sisntencia-en proviene del hecho de la creación. No solamente condición previa de la existencia, sino condición siempre actual de nuestro ser-siendo. Es una auténtica manutención existencial en la verdad de nuestro ser, por la verdad absoluta del ser de Dios[4].


[1] Tract. in Joan., 106, 17, 4

[2] De Civil Dei., VIII, 4

[3] Epist., 187, 6, 18.

[4] Conf., VII, 11, 17.

martedì 27 aprile 2010

Misterio del hombre












MISTERIO DEL HOMBRE

Agustín meditó mucho sobre el hombre, y es el tema del hombre y de la salvación del hombre a lo que puede reducirse su especulación.

Los objetos que se trata de conocer son Dios y el alma, Dios y el hombre; pero es solamente por medio del alma, por medio del hombre, del conocimiento del hombre, por donde podemos llegar al conocimiento de Dios. El problema del hombre obtiene, pues, la primacía.

¡Oh, Dios, que eres siempre el mismo; conózcame a mí y conózcate a Ti![1] A pesar de la dignidad del objeto-Dios, la primera incógnita que hay que resolver es el hombre. La frase exacta no es conocer a Dios y al alma, sino conózcame a mí y conózcate a Ti. Y es en este orden, literalmente, en el que la repite siempre Agustín, cuando se trata de conocer y no de desear.

El conocimiento del hombre no es sólo previo y necesario para el conocimiento de Dios, sino que es también previo y necesario para el conocimiento del mundo. La razón y sentido del mundo físico sólo nos pueden venir dados por el sentido del hombre, y por ello hace falta conocer primero a éste. Siguiendo este orden en los estudios es como se deviene apto para entender el orden de las cosas. Sólo el ánimo recogido en sí mismo puede captar la belleza de la totalidad[2]. Porque la causa principal de todos los errores, lo mismo acerca del mundo que acerca de Dios, está en que el hombre se desconoce a sí mismo[3].

Hace falta previamente conocer al hombre, su naturaleza y exigencias. Hay una primacía del tema del hombre como objeto de conocimiento, del hombre como cuestión. Aunque Agustín trate otros temas en sus escritos, lo que importa es hallar a Dios por el hombre o hallar en el hombre los vestigios de Dios, o poner al hombre en camino de su posible redención.

Solamente cuando hayamos conocido al hombre podremos decir cuál es su centro. Por eso, la verdadera fórmula para definir la filosofía agustiniana, en cuanto tal, tal vez pudiera ser antropocentrismo teístico o teocentrismo personalístico. Porque el hombre se descubre como persona en Dios, y al mismo tiempo descubre en sí mismo a Dios como persona para él. Es el hallazgo del “tu”, que posibilita el diálogo o la conversación de la confidencia y la plegaria, como ocurre en las Confesiones, de Agustín. Había desertado de mí mismo y no me podía encontrar; ¿cómo te iba a encontrar a Ti?. Por mi misma alma subiré a El. He ahí el camino de la dialéctica vital de Agustín.

El alma que se entrega a la filosofía debe comenzar por mirarse a sí misma dice Agustín[4]. Toda la filosofía agustiniana se mantiene en dos perspectivas: la abstracta y la histórica.

Cuando Agustín trata de definir al hombre abstracto, echa mano del repertorio de definiciones clásicas que tiene aprendidas, perfiladas más o menos con algún matiz lógico, según las circunstancias particulares de aplicación de la definición. Cuando trata de definir al hombre histórico, Agustín se repliega en sí mismo para repasar e interpretar su vida y proyectar sus conocimientos a la vida humana en general. Y entonces se encuentra con que esa vida humana multímoda, inapresable e inmensa en vehemencia no se puede definir. No podemos teorizarla, cosificarla y hacerla entrar en un esquema estático: únicamente podremos conocer su dirección y sentido.

Por eso Agustín nos ofrece un método especial para conocer al hombre. No se trata de recordar las definiciones clásicas para ver cómo en ellas encasillamos nuestra realidad; se trata de replegarnos sobre nosotros mismos y descubrir el pálpito y vocación misteriosa que alienta en nuestra interioridad más profunda.

¿Qué es lo que llamamos el ser inicial del hombre: lo que el hombre es ahí al comenzar a ser? Como todo lo existente fuera de Dios, el hombre es un ser creado. Como tal, según la teoría agustiniana de la creación, el hombre tiene su idea en Dios, idea conforme a la cual tiene su ser y con ello su esencia.

Para cada hombre concreto, viviente y singular, hay una idea concreta, viviente y singular, en Dios. Esta idea es la que define y nos da la esencia del hombre. El hombre tiene, pues, su esencia, que es acto dentro de su naturaleza y en cualquier momento de su desarrollo; pero, al mismo tiempo, esa esencia tiene potencialmente todas las posibilidades concretas en que el hombre ha de devenir[5]. El hombre es un ser para… diríamos que el hombre se hace en cuanto naturaleza, realizando su esencia predefinida en Dios[6].

El hombre no es un ser, sino un siendo. Agustín instala la moral en la metafísica, y por ello todas las repercusiones de aquélla son ontológicas u ónticas. Ese siendo del hombre implica esencialmente una vocación.

Las dos caras del mismo misterio esencial son: Misterio de nuestro ser en Dios y misterio de nuestra pérdida por el pecado.

El hombre se reconoce a sí mismo y se encuentra a sí mismo en la existencia, conscientemente, como un complejo de posibilidades. Va empujado por ellas a realizarse realizándolas, porque desde el momento en que el hombre es, estas posibilidades son ya un acto inicial: un siendo dinámico.

Ser fiel a ellas significa para el hombre ser fiel a sí mismo, ser fiel, a su vez, a algo que se alza previamente propuesto, que es incitación y reclamo, que atrae e impele y de cuya consecución depende su perfección anhelada y real.

El error es la afirmación de lo que no es como si fuera; es la afirmación de la falsedad, como si fuera verdad[7]. Nadie quiere el error, sino la verdad; el alma pues, cae en el error, bien a su pesar. Es justamente una caída[8]. Según la teoría del conocimiento, los sentidos no nos pueden dar la verdad de las cosas[9]. La verdad del conocimiento humano se fragua en el juicio. Al mismo tiempo, a esta verdad ha de proceder la aprehensión de la verdad universal, norma del juicio mismo. Existe siempre la posibilidad de aprehender esta verdad, y por consiguiente, la afirmación de lo falso como si fuera verdadero acusa siempre una falta del alma.

El error y la posibilidad del error es una consecuencia del primer pecado, es una pena[10]


[1] Solil., II, 1,1.

[2] De Ord., I, 2, 3.

[3] Ibíd., I, 1, 3

[4] Ibíd.., II, 18, 48

[5] De Civil. Dei, XXII, 14; XXII, 20, 3, etc.

[6] Se trata de la noción agustiniana de naturaleza, que no se adecua con la esencia inmutable de la escolástica y que, por lo tanto, se puede perfeccionar y corromper.

[7] Contr. Acad., I, 4, 11.

[8] Ibíd.., III, 3, 5.

[9] De Div. quaest., 83, q. 9

[10] Conf., IV, 15, 26.

lunedì 26 aprile 2010

¿Por qué no decir dualismo agustiniano?. Hay varias razones para no optar por ello.



1.- La primera es histórica: la palabra dualismo evoca inmediatamente los clásicos dualismos platónico y maniqueo, que se entrecruzan constantemente en las obras agustinianas. La aa no se limita ni se centra en el estudio de dichos dualismos, Agustín hace la crítica de éstos y ha llegado a superarlos para mostrar su teoría.

2.- La segunda razón es doctrinal: en estos clásicos dualismos se trata de doctrinas metafísicas y, al mismo tiempo, cosmológicas. Son dos mundo en Platón, este que aquí vemos, el de las sombras, y de allende, que es el de las auténticas realidades; o son dos principios eternamente presentes y antagónicos, según los Maniqueos, los que han dado origen a este mundo y a todas las cosas existentes, entre las cuales está el hombre, en la aa nos limitamos a la dualidad que se revela en el hombre y que no puede encuadrarse en ningún puesto de esos dualismos dada la superación que Agustín ha hecho de las teorías clásicas.

3.- Y la tercera, de terminología agustiniana. Y es que al hablar de dualismo, ya dentro de la doctrina de Agustín, se suelen referir los autores al dualismo de alma y cuerpo, a sus mutuas relaciones de unión e independencia, y a los problemas que ellos plantean. La aa, sin embargo, va mucho más allá. Sin olvidar estos problemas que la terminología platónica de Agustín involucra a veces, la dualidad que se presenta en la aa, no tiene como partes el cuerpo y el alma, sino que se centra en el hombre como unidad, en todo el hombre como unidad escindida, pero que continúa siendo unidad y que por eso mismo es posible la tensión viva de las fuerzas. Por ello, no son el alma y el cuerpo, sino una parte del hombre la que se opone a otra parte del hombre, pero el hombre como ser uno y vivo, y es por eso por lo que la lucha en que se traban esas partes es lucha del hombre mismo contra sí mismo.

Esto es lo que trataremos de ir dilucidando. Los soportes ontológicos de esas dos fuerzas son la presencia de Dios y la presencia del pecado en el hombre. Esas dos partes del hombre, instaladas sobre esas dos bases, es lo que en la aa llamaremos las dos dimensiones del hombre.

A través de esta charla iremos viendo en qué sentido esas dos presencias se entienden como constitutivas del mismo hombre. El pecado introdujo la división y ésta continúa en el hombre como lastre del pecado; pero la presencia de Dios continúa manteniendo al hombre en su unidad al mantenerle en el ser.

Ambas son presentes y ambas dan su sentido a la actividad del hombre, que será desarrollada bien obedeciendo a la llamada ontológica de la conciencia que viene de Dios, o bien siguiendo la incitación del lastre del pecado que se llama concupiscencia. Toda la vida del hombre es un movimiento pendular entre la ascensión y la caída. En el pecado caemos o estamos caídos, y en la religación existencial con Dios nos encontramos y erigimos.

domenica 25 aprile 2010

Antopología agustiniana
















ANTROPOLOGÍA AGUSTINIANA

Las dos dimensiones del hombre

­Agustín plantea el problema antropológico desde el punto de vista existencial. El existencialismo es un modo particular de concebir la existencia; tal modo es diferente del de la aa. que, efectivamente, es existencial, pero no existencialista, puesto que la existencialidad agustiniana no prescinde de la esencia, sino que, por el contrario, hace de la esencia la esencialidad de la existencia.

El método de la aa. es el de la interioridad, que es trascendencia, porque implica un descender a nosotros para elevarnos Dios. El misterio de la interioridad, luz iluminante, se ilumina con el misterio de Dios, al cual se refiere intrínsecamente. El hombre conquista la evidencia del misterio, que es él mismo en el misterio de Dios; así calma en Dios su interior inquietud y su incesante y esencial interrogar. Hay un proceso de conquista de la verdad, perfeccionamiento moral, purificación, y, en último término, vocación de caridad o de disponibilidad absoluta para Dios.

La ascensión no es sencilla ni fácil: el hombre indigente se ve amenazado por la herencia del pecado original, que aunque respeta su libertad y es negativamente carencia de ser, hace que la prueba de la vida consista en elevaciones y caídas. La libertad es un bien, pero es un bien terrible. El hombre es libre, pero la libertad es un riesgo: es el tremendo poder de llamar verdadero a lo falso y falso a lo verdadero. Sólo la gracia es la liberación de la libertad, el no poder querer sino a Dios, fin último y nuestra suprema bienaventuranza.

En la aa, se nos presenta la lucha de un hombre, dividido interiormente, en busca del descanso en la verdad, realizando el camino de su vida en perpetua tensión. Ese hombre es Agustín, que, al mismo tiempo que nos describe su dialéctica vital, hace una interpretación de ella y proyecta dicha interpretación como principio explicativo de todo el peregrinar de la humanidad. Los problemas humanos que se plantean y resuelven son modulaciones de este tema: Las dos dimensiones del hombre.

sabato 24 aprile 2010

Prospettiva biblica (italiano)

II. PROSPETTIVA BIBLICA

ΕΙΠΕΝ ΟΥΝ ΑΥΤΩ Ο ΠΙΛΑΤΟΣ ΟΥΚΟΥΝ ΒΑΣΙΛΕΥΣ ΕΙ ΣΥ ΑΠΕΚΡΙΘΗ Ο ΙΗΣΟΥΣ ΣΥ ΛΕΓΕΙΣ ΟΤΙ ΒΑΣΙΛΕΥΣ ΕΙΜΙ ΕΓΩ ΕΙΣ ΤΟΥΤΟ ΓΕΓΕΝΝΗΜΑΙ ΚΑΙ ΕΙΣ ΤΟΥΤΟ ΕΛΗΛΥΘΑ ΕΙΣ ΤΟΝ ΚΟΣΜΟΝ ΙΝΑ ΜΑΡΤΥΡΗΣΩ ΤΗ ΑΛΗΘΕΙΑ ΠΑΣ Ο ΩΝ ΕΚ ΤΗΣ ΑΛΗΘΕΙΑΣ ΑΚΟΥΕΙ ΜΟΥ ΤΗΣ ΦΩΝΗΣ ΛΕΓΕΙ ΑΥΤΩ Ο ΠΙΛΑΤΟΣ ΤΙ ΕΣΤΙΝ ΑΛΗΘΕΙΑ ΚΑΙ ΤΟΥΤΟ ΕΙΠΩΝ ΠΑΛΙΝ ΕΞΗΛΘΕΝ ΠΡΟΣ ΤΟΥΣ ΙΟΥΔΑΙΟΥΣ ΚΑΙ ΛΕΓΕΙ ΑΥΤΟΙΣ ΕΓΩ ΟΥΔΕΜΙΑΝ ΕΥΡΙΣΚΩ ΕΝ ΑΥΤΩ ΑΙΤΙΑΝ

Pilato disse: «Dunque tu sei re?" Rispose Gesù: «Tu dici che io sono re. Per questo io sono nato e per questo sono venuto nel mondo: per rendere testimonianza alla verità. Chiunque è dalla verità, ascolta la mia voce ". Disse Pilato: "Che cos'è la verità?" E con questo, ed è venuto fuori, dove gli ebrei e ha detto: "Non trovo nessuna colpa in lui."


A. PAROLE biblica per la verità ...

1. Verità (Aletha) - "chiaro, chiaro ... reale, fatto vero"-Vine

2. Verità (alethinos) - 'verità denota' 'nel senso di' reale, ideale, genuina, '"- ibid.

3. Verità (aletheia)

a. "Oggettivamente, ovvero: la realtà che si trova sulla base di una figura, ha detto, la vera essenza di un soggetto" - ibid.

b. "Soggettivamente: precisione, la verità, non solo verbale, ma onestamente e con integrità del carattere" - ibid.

Quando la Bibbia parla di verità, descrive ciò che corrisponde alla realtà, che è vera e assoluta, non relativa.

B. DICHIARAZIONI BIBLICA RELATIVI ALLA la verità ...

1. Dio è veramente Dio - Deut 32,4

2. Gesù è la verità, e pieno di verità, e diceva la verità - Gv 14,6, 1,14, 8,45

3. Lo Spirito Santo è lo Spirito di verità, e guidato gli apostoli alla verità tutta intera - Gv 14:17; 16,13

4. La Parola di Dio è la verità - Gv 17,17

5. Le sentenze di Dio è secondo la verità - Sal 96,13; Rm 2,2

6. Coloro chi sono disposti ad accettare Gesù come la fonte ultima della verità, saranno benedetti ... - Gv 8,31-36

7. Molti distoglieranno le orecchie dalla verità - 2 Tim 4,1-4

venerdì 23 aprile 2010

Dos puntos de vista de la Verdad Español

I. DOS PUNTOS DE VISTA DE LA VERDAD

A. LA VERDAD "que se aplica a la realidad» ...

1. Comúnmente denominado "la opinión de que corresponde a" la verdad

2. Un enunciado es verdadero si y sólo si se corresponde con la realidad o aceptar el hecho de

3. Esta visión supone una ley de la lógica llama la ley de la bivalencia

Otros Cualquier ambigüedad, la declaración declaratoria debe ser verdadera o falsa

b. No puede ser ni verdadero ni falso, al mismo tiempo

c. Por ejemplo, la afirmación "me presento ante ustedes ...

1) es verdadera si, de hecho, me encuentro frente a ti

2) debe ser verdadera o falsa, no puede ser al mismo tiempo verdad y de mentira

4. La vista corresponde a la pretensión de verdad que las declaraciones o representaciones de la propuesta están sujetos a verificación y la falsificación

Otros Una proposición puede ser probada como falsa, si existen pruebas de que no está de acuerdo con la realidad objetiva

b. Por ejemplo, el enunciado "El mundo es plano" ...

1) ¿Es verdadera o falsa, no puede ser a la vez

2) Las fotografías desde el espacio han descubierto las falsedades que la tierra es plana.

B. La verdad es relativa, no absoluta ...

1. Comúnmente llamado el "punto de vista relativista de la verdad

Otros ¿Cuál es la verdad depende de tu punto de vista de las personas o culturas

b. No corresponde a la realidad objetiva

2. Que un enunciado es verdadero significa simplemente que una persona o cultura creer que tal afirmación es cierta, las personas con este punto de vista de la verdad dicen cosas como:

Otros -Bueno, sí, esto es verdad para ti ... "

b. "No podemos juzgar a otras culturas"

3. Poeta Steve Turner escribió una parodia de esta actitud y el Credo llamado. En parte dijo:

Creo que todo hombre debe descubrir la verdad que es mejor para él.

La realidad se adaptará en consecuencia.

El universo se reajustará. La historia va a cambiar.

Creo que no hay verdad absoluta, excepto la verdad de que no existe una verdad absoluta.

4. Cuando la verdad se estima que deben ser sufragados por la persona o cultura que es verdad, cualquier cosa puede convertirse en "la verdad", por ejemplo:

Otros Una persona puede decir 'Jesús es Señor', y otro puede decir: "Dios es el Señor '

b. Las dos afirmaciones son ciertas, si expresan exactamente los sentimientos de aquellos que dicen

c. Esta opinión parece sobresalir en la tolerancia y la civilización, pero a expensas de la lógica

d. La definición simple de "Señor" impide la posibilidad de que ambos están "Señor"

5. Los que dicen que no hay verdad absoluta toman decisiones todos los días sobre la base de las cosas que creen que es verdadero o falso, por ejemplo ...

Otros Él enciende una luz de creer en la realidad del poder

b. Conducir un coche de creer en la eficacia de la máquina

c. Nadie volaría listo para ser conducido por un conductor que no cree en la veracidad de sus instrumentos

d. Nadie experiencia con la cirugía del cerebro querer ser operado por un cirujano que no cree que algunas cosas son ciertas sobre el cerebro y algunas no son ciertas

6. Si no hay verdad absoluta, sin derecho y el mal

Otros Me pueden matar, robar, mentir, y no se puede decir que es un error

b. Porque si creo que debería hacer estas cosas, y tengo éxito, entonces funciona para mí y ser mi verdad personal y quién eres tú para juzgarme?

c. "Ante la ausencia de la verdad, el poder es el único juego en la ciudad." - Richard John Neuhaus

giovedì 22 aprile 2010

What is truth and does it matter? English


What is truth and does it matter?

A recernt Barna Research Group survey on what Americans believe asked the question, "Is there absolute Truth?" Sixty-six percent of adults responded that they believe that "there is no such thing as absolute truth; different people can define truth in conflicting ways and still be correct." Seventy-two percent of those aged 18 to 25 expressed this belief. In a recent series of more than twenty interviews conducted at random at a large university, people were asked if there was such a thing as absolute truth - truth that is true across all times and cultures for all people. All but one respondent answered along these lines:

"Truth is whatever you believe."

"There is no absolute truth."

"If there were such a thing as absolute truth, how could we know what it is?"

"People who believe in absolute truth are dangerous."

The lone exception was a catholic Christian, who said absolute truth was in Jesus Christ.

mercoledì 21 aprile 2010

Bienvenidos, Welcome, Benvenuti





Este blog pretende tener contacto con todos aquellos jóvenes que sienten la inquietud, al igual que San Agustín, de buscar y encontrar la verdad.

This blog is intended to have contact with all those young people who feel the anxiety, like St. Augustine, to seek and find the truth.

Questo blog è destinato ad avere contatti con tutti quei giovani che sentono l'ansia, come S. Agostino, di cercare e trovare la verità.